Ante las falencias persistentes en nuestra clase política, es imprescindible la inserción decidida de actores del sector privado y la sociedad civil en ese espacio deliberativo, escribe Alfredo Carrasquillo.
Ante las falencias persistentes en nuestra clase política, es imprescindible la inserción decidida de actores del sector privado y la sociedad civil en ese espacio deliberativo, escribe Alfredo Carrasquillo.
En la medida en que comenzamos a acercarnos al nuevo ciclo electoral en Puerto Rico, la mayoría de los grupos políticos parecen decididos a enfrascarse en primarias fratricidas por el control de maquinarias, presupuestos y candidaturas. Lo que en culturas políticas maduras podría ser una gran oportunidad para examinar propuestas diversas y que cada colectividad pueda elegir las que mejor atiendan los desafíos del país, en la nuestra la promesa es mucho menos halagadora.
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