Además de ser un espacio para “sacar el mollero” y proyectar fuerza bélica, las redes sociales se han convertido en una instancia donde la economía de lo narco se muestra como un elemento cada vez más normalizado frente a un sistema político y económico que dentro de la legalidad poco ha resuelto sobre las necesidades y deseos de muchos sectores, escribe Luis J. Cintrón Gutiérrez