Hoy, en temas más felices, le cuento sobre un sufijo muy singular: -TECA. Este sufijo español nos sirve para derivar, a partir de sustantivos, otros sustantivos que nos remiten a colecciones de cosas. Lo encontramos en biblio-teca, en hemero-teca, cinema-teca, pinaco-teca etc., y se remonta a través del latín -theca, al elemento final del compuesto griego-???? que significa ‘caja para depositar algo’. Pharies nos explica que las palabras españolas terminadas en –teca “pertenecen a varios estados históricos” (tres en total). Es del primer grupo (helenismos transmitidos por el latín al español) que nos llegan palabras como hipoteca. Hay otros que son de formación híbrida como mapoteca (Ojo: colección de mapas, no de mapos). De hipoteca resulta interesante también su prefijo hipo, con el significado de “debajo de”. La hipoteca fue “algo debajo, depositado o dentro de una caja”, más o menos. Su significado actual, (el de un gravamen sobre la propiedad que se otorga en garantía de un préstamo) nació en latín. Nada, que me envía un lector un chiste muy simpático:
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