El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió incrementar la ventaja de sectores dominantes de la sociedad, escribe Ángel Rodríguez Rivera
El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió incrementar la ventaja de sectores dominantes de la sociedad, escribe Ángel Rodríguez Rivera
En días recientes el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en decisión mayoritaria de 6 a 3, eliminó la posibilidad de utilizar categorías raciales o de origen étnico en los procesos de admisión a las universidades. Esta política, una victoria de personas racializadas y mujeres, entre otros grupos, permitía que sectores históricamente excluidos de procesos de educación formal universitaria accedieran a esta educación. El Tribunal Supremo entiende que la acción afirmativa violenta la “igualdad de protección ante las leyes” y, por tanto, discrimina contra personas blancas. Para los jueces es imperante la llamada igualdad formal en donde todo el mundo sea tratado igual. Sin embargo, aunque suene bonito, esa igualdad formal está plagada de desigualdades estructurales que se reproducen.
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