En el caso del chat encabezado por Ricardo Roselló, desafortunadamente, el Panel del FEI confundió autenticación, admisibilidad y valor probatorio
En el caso del chat encabezado por Ricardo Roselló, desafortunadamente, el Panel del FEI confundió autenticación, admisibilidad y valor probatorio
“No va a acabar en nada”. Así decía mucha gente cuando el Departamento de Justicia anunció una investigación sobre las 889 páginas del chat de Telegram creado por el exgobernador Ricardo Rosselló, para, por confesión propia, “aliviar” las tensiones que generaban sus largos día de trabajo. Con lo que él no contaba al participar en ese “relajito reparador” con otros allegados era que uno de ellos habría de traicionar su secretividad y que su hijo lo copiaría y filtraría a la prensa en respuesta a su despido.
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