La bancarización forzosa no va a tener ningún impacto positivo en la economía de Cuba, sino todo lo contrario. Nuevamente, la máxima dirección cubana antepone intereses políticos al bienestar y al desarrollo económico del país, escribe Roberto Orro
La bancarización forzosa no va a tener ningún impacto positivo en la economía de Cuba, sino todo lo contrario. Nuevamente, la máxima dirección cubana antepone intereses políticos al bienestar y al desarrollo económico del país, escribe Roberto Orro
El Banco Central de Cuba emitió en días recientes la Resolución 111, supuestamente dirigida a frenar una incontenible ola de retiro de dinero en efectivo de los bancos, proceso que el gobierno culpa a la imparable depreciación de la moneda nacional frente al dólar norteamericano y el acelerado incremento de los precios de todo tipo de bienes. Como es usual en Cuba, la nueva medida del gobierno cubano ataca las consecuencias y no las raíces del problema.
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