Puerto Rico se ha mantenido, por décadas, en el debate de nuestra situación colonial. Los que somos independentistas hemos sido perseverantes y firmes en la denuncia de la indignante condición colonial de nuestro país, que nos ha perseguido desde la invasión española a nuestras costas. El sector estadista denuncia la situación colonial, pero busca consumarla mediante la admisión de Puerto Rico como estado de los Estados Unidos. El Partido Popular Democrático (PPD), buscando legitimar el sistema colonial imperante desde la invasión de Estados Unidos a nuestro país, fue responsable de ponerle el disfraz de Estado Libre Asociado (ELA). Así le hicieron creer, no solo a la comunidad internacional, sino a grandes sectores de nuestro pueblo, que habíamos adquirido niveles de gobierno propio, liberando a Estados Unidos de la obligación de rendir informes a la ONU sobre las gestiones realizadas para encaminar la Isla a su descolonización. Situaciones diversas experimentadas a lo largo de las pasadas siete décadas han ido develando la farsa que ha representado el ELA para nuestro país. El estado de negación en que se ha sumido el PPD en cuanto al problema colonial, lo convirtió gradualmente en una colectividad irrelevante, desgastada con el tiempo, lo que lo llevó a su peor derrota en las elecciones de 2024.