Un país sin educación es fácil de manipular por las clases opresoras, señala Eduardo Suárez Silverio al reflexionar sobre la situación de Haití
Un país sin educación es fácil de manipular por las clases opresoras, señala Eduardo Suárez Silverio al reflexionar sobre la situación de Haití
Muchas personas pueden fácilmente sucumbir al racismo cuando examinan las dificultades económicas, sociales y, sobre todo, educativas que confronta Haití. ¿Por qué este país sufre de tanta pobreza y corrupción? ¿Por qué se ve tantos contrastes entre Haití y su vecino inmediato, la República Dominicana? En un reciente ensayo en The New York Times (30 de mayo) se investiga la severa explotación económica a la que fue sometida Haití después del alzamiento de los esclavos en el 1791 y la fundación de la República en el 1803.
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