La Ley de Ética Gubernamental establece que el servidor público es aquel que ocupa un cargo o empleo en el Gobierno del Estado Libre Asociado. El servidor público es ese líder proactivo y asertivo en su desempeño. La premisa es que su desempeño debe ser eficaz y que pueda mantener la confianza pública con respecto a su integridad. Demostrar un compromiso con el bienestar público. Puede existir un problema ético y este funcionario o servidor público, individual o colectivamente, use su puesto de forma tal que pueda exponer la confianza pública a conflictos de lealtades o valores.
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