Este lamentable episodio de la política norteamericana ilustra cómo se han debilitado estructuras que antes escudriñaban a los candidatos a puestos electivos, escribe Roberto Prats Palerm
Este lamentable episodio de la política norteamericana ilustra cómo se han debilitado estructuras que antes escudriñaban a los candidatos a puestos electivos, escribe Roberto Prats Palerm
La verdad no es maleable. Cuando una persona gana una elección basando sus credenciales en mentiras, su elección se convierte en una farsa. Ese es el caso del nuevo y flamante congresista republicano por el estado de Nueva York, George Santos. Empieza esta semana su nueva carrera con sendas investigaciones por multiplicidad de violaciones de ética que no presagian un buen comienzo para el joven congresista. Ha comenzado su carrera con el pie izquierdo y le vienen días complicados.
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