El deterioro de nuestra Alma Mater es tan grave que conservar lo que se tiene puede aparecer ‘radical’. Defenderla con análisis rigurosos y propuestas lo es aún más, escribe Roberto Alejandro Rivera
El deterioro de nuestra Alma Mater es tan grave que conservar lo que se tiene puede aparecer ‘radical’. Defenderla con análisis rigurosos y propuestas lo es aún más, escribe Roberto Alejandro Rivera
La Universidad de Puerto Rico, nuestra Alma Mater, hace tiempo que está en un desfiladero existencial. La elite política la abandonó. La Junta de Control Fiscal desmanteló su presupuesto. La aportación gubernamental se ha reducido de $900 millones a $380 para este año. El 45 por ciento de los profesores es contratado con salarios de hambruna.
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