Una silla en el Supremo exige cultura jurídica, buenos hábitos de estudio, laboriosidad, productividad y experiencia administrativa, escribe Antonio Negrón García
Una silla en el Supremo exige cultura jurídica, buenos hábitos de estudio, laboriosidad, productividad y experiencia administrativa, escribe Antonio Negrón García
La independencia judicial, atributo de la justicia imparcial no es un abstracto institucional. Descansa esencialmente en la conciencia íntima de todo juez o jueza, inspirados por una ineludible opción preferencial y lealtad hacia la causa humana. Es un sentimiento espiritual que nace del sentido de propia valía, se nutre del conocimiento de las normas jurídicas y, sobre todo, de la misión trascendental que se realiza. Atañe al tribunal como institución, pero es atributo individual del juez asumirlo libremente, frente a las tentaciones del conformismo, popularidad, prebenda y miedo.
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