

Mientras más lo pienso menos entiendo cómo pudo lograrlo. Apenas tenía 15 años cuando se enamoró. Su vida escolar quedó inconclusa. Ya a los 19 años tenía tres críos que atender. Pudo haber tenido más hijos porque su esposo lo prefería así y en aquellos tiempos la mujer debía contar con el consentimiento del marido para esterilizarse. No era feminista. Aquello era algo todavía ajeno a su formación y eran otros tiempos. Pero en un rapto de audacia que hubiese tenido consecuencias legales, se las ingenió para conseguir una “firma” y burlar tan abusiva imposición del Estado sobre su propio cuerpo.
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