Con la salida de Natalie Jaresko, el organismo quedó acéfalo y a ciegas, escribe Carlos Díaz Olivo
Con la salida de Natalie Jaresko, el organismo quedó acéfalo y a ciegas, escribe Carlos Díaz Olivo
Cuando el Congreso impuso la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) echó a un lado nuestra Constitución y la ilusión de soberanía propia. Aun así, bajo la regencia de José Carrión y Natalie Jaresko, la Junta introdujo cierta cientificidad y profesionalidad en la operación de los asuntos presupuestarios. Con cuatro miembros nacidos en Puerto Rico y tres en Estados Unidos continentales, su composición operó a modo de sistema de pesos y contrapesos. Su triunfo mayor fue renegociar la deuda principal de Puerto Rico.
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