![](https://www.elnuevodia.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22el-nuevo-dia%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Fcloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com%2Fgfrmedia%2FNLQ2F27ALFDHLDFOPDQMKBNFFA.jpg%22%2C%22width%22%3A829%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%2C%22focalX%22%3A2624%2C%22focalY%22%3A1037%7D)
![](https://www.elnuevodia.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22el-nuevo-dia%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Fcloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com%2Fgfrmedia%2FNLQ2F27ALFDHLDFOPDQMKBNFFA.jpg%22%2C%22width%22%3A829%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%2C%22focalX%22%3A2624%2C%22focalY%22%3A1037%7D)
Siempre vemos la muerte como algo distante, que les pasa a otros, no a mí, aunque de la boca para afuera repitamos el consabido “a todos nos tocará”. Admiro a la gente que con absoluta tranquilidad y credibilidad aseguran que están preparados para morir, y que han hecho las paces con la muerte. Yo no he podido. Lo admito. Tengo demasiadas cosas por hacer como para cogerme ese descanso eterno. Veremos cómo lo brego cuando a mi padre, de ciento ocho años y seis meses, que es mi constante esperanza de que si duro un poco como él voy a tener tiempo para todos esos proyectos, le encuentren el récord que se le ha extraviado a San Pedro.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: