

El primer día, que fue viernes, solo vimos una foto y nos enteramos de que un conductor había dejado abandonados en la carretera un Mustang de carrocería desbaratada, un cadáver en el suelo y a un hombre herido, luego de haber chocado contra un poste de la luz que aparecía doblado y caído a la orilla del pavimento. Se informaba que el conductor había huido a pie. Se dijo, como parte de la noticia, que la policía consideraba ese evento como un caso de choque-y-huida (“hit-and-run”) aun cuando no aparecía involucrado ningún peatón ni algún otro automóvil. Por supuesto, a menos que los pasajeros abandonados en la escena de los hechos hubieran sido víctimas de un “carjacking” y secuestro, supuse que tarde o temprano la policía lo arrestaría, pues por el número de tablilla o de chasis (“VIN number”) le resultaría fácil obtener el nombre del dueño registral, y tirando de ese hilo llegaría finalmente al conductor para arrestarlo o citarlo.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: