Vivimos una revolución pacífica y democrática, que no la dirige ningún líder ni partido, escribe Aníbal Acevedo Vilá
Vivimos una revolución pacífica y democrática, que no la dirige ningún líder ni partido, escribe Aníbal Acevedo Vilá
Los números de La Encuesta de El Nuevo Día apuntan a que vivimos una revolución pacífica y democrática, que no la dirige ningún líder ni partido. Comenzó en el 2016 cuando 16.8% de los electores votó por dos candidatos independientes a la gobernación, algo nunca antes visto en nuestra historia. Luego se expresó en las calles en el verano del 2019 y avanzó en las elecciones del 2020 cuando dos partidos de nueva creación y uno que históricamente luchaba para quedar inscrito, obtuvieron conjuntamente el 34.3% de los votos, más de los que obtuvo el gobernador electo. Es claro que vivimos la revolución del elector. Si algo nos dice esta encuesta, y ya veremos si se refleja en las urnas el martes, es que el elector puertorriqueño ha decidido hacer, democrática y pacíficamente, lo que le da la gana. Estamos ante un elector sin ataduras partidistas ni de estatus.
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