La salud y el interés salieron al campo un día. Más pudo el interés económico que la salud de la ciudadanía. Esto en parte resume las últimas determinaciones de la reapertura colosal de la economía. Se entiende a cabalidad que la reincorporación a la vida “normal” debe de darse. Sin embargo, la reapertura económica tiene que darse de forma paulatina y responsable. Para esto, numerosos expertos y universidades han sugerido que ante cada fase de reapertura se esperen 21 días. Esto nos ayuda a evaluar cómo el sistema de salud está respondiendo a la reapertura económica. Reabrir sin tener la evidencia científica que apoye esa reapertura es sinónimo de darle la bienvenida a un contagio masivo que desencadenará una segunda ola.
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