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Qué mucho se ha dicho que “el amor es ciego”, haciendo alusión a no darnos cuenta de los defectos de nuestra pareja o de los propios errores, en medio de una relación. Ciertamente, durante el proceso del enamoramiento el cerebro produce hormonas que nos hacen sentir placer y bienestar y nos generan motivación. Por otro lado, el desamor o la ruptura, generan decepción, tristeza y hasta podemos llegar a experimentar la sensación de esa metáfora conocida como “corazón roto”. Durante la ruptura o superación de una relación es normal pasar por un proceso de pérdida o duelo. Puede costarnos mucho hacernos de la idea de que ya no estaremos junto a esa persona con la cual posiblemente teníamos planes futuros o en el/la cual teníamos muchas expectativas.
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