De cara al inicio del nuevo año académico en la UPR, el país se enfrenta a una administración universitaria propensa a patinar en lo seco, escribe Ángel Rodríguez Rivera
De cara al inicio del nuevo año académico en la UPR, el país se enfrenta a una administración universitaria propensa a patinar en lo seco, escribe Ángel Rodríguez Rivera
La Real Academia de la Lengua Española define el concepto resbaladizo de tres maneras. Por un lado, como algo que “se resbala o se escurre fácilmente”. En segundo lugar, como algún lugar que “se presta a resbalar fácilmente”; y tercero como “que se expone a incurrir en un desliz”. En nuestro discurso popular, lo resbaladizo lo podemos equiparar con la frase popular de “patinar en lo seco”. Cuando personas en responsabilidades públicas se les dificulta hablar con asertividad, claridad y transparencia, decimos que patinan en lo seco. Es decir, su discurso público pretende darle vueltas a asuntos de interés general de manera que no tengan que enfrentar los asuntos importantes. De cara al inicio del nuevo año académico en la Universidad de Puerto Rico, el país se enfrenta a una administración universitaria tremendamente resbaladiza y propensa a patinar en lo seco.
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