Aún con la tristeza que ocasiona no poder escucharla ni captar la atención de su mirada, yo he aprendido a ser su voz. Soy la voz de sus recuerdos y de las palabras que no puede decir, escribe Mildred Falcón Huertas
Aún con la tristeza que ocasiona no poder escucharla ni captar la atención de su mirada, yo he aprendido a ser su voz. Soy la voz de sus recuerdos y de las palabras que no puede decir, escribe Mildred Falcón Huertas
La voz de nuestra madre es la primera que escuchamos, incluso antes de nacer. Esa voz inconfundible nos calma y nos conforta desde niños. Sus palabras nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea, nos estimulan a emprender nuevos retos, nos alientan y consuelan en medio de las dificultades, nos aconsejan en los momentos de duda y hasta nos reprenden cuando nos desviamos de la ruta correcta.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: