La juventud puertorriqueña tiene una magia particular: el esfuerzo generacional para frenar el carácter arbitrario de la austeridad criolla representada en instituciones políticas caducas, escribe Neftalí Sánchez Cordero
La juventud puertorriqueña tiene una magia particular: el esfuerzo generacional para frenar el carácter arbitrario de la austeridad criolla representada en instituciones políticas caducas, escribe Neftalí Sánchez Cordero
Simpatizar con un discurso es hacer política. Y todo acto político requiere discurso: Puerto Rico es los rostros de las personas que viven las consecuencias de la desventaja social, versus, aquellos que protegen sus condiciones de opulencia. Entonces, ¿Cuál será el discurso que hará consenso con la diversidad de contextos que apoyan su existencia aquí? ¿Cuáles serán los espacios abiertos para las relaciones entre juventud y futuro, cambio, porvenir, y mañana?
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