Antonio Quiñones Calderón percibe una reformulación de la política de pasividad, o timidez, que ha enfrentado por largos años la dura lucha de los puertorriqueños por acabar con el limbo colonial prevaleciente.
Antonio Quiñones Calderón percibe una reformulación de la política de pasividad, o timidez, que ha enfrentado por largos años la dura lucha de los puertorriqueños por acabar con el limbo colonial prevaleciente.
Por primera vez en una década, un comité del Senado de Estados Unidos –el de Energía y Recursos Naturales– se encamina a efectuar una audiencia pública en torno al problema del status político de Puerto Rico. No es cosa de poca monta. Y se da la noticia por parte del presidente de ese comité, el demócrata Joe Manchin, lo que tampoco es asunto menor.
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