El problema surgido con la representante Mariana Nogales no es que tenga seis o siete villas en Palmas del Mar y que presida unas corporaciones. El Capitolio está lleno de gente muy acomodada, eso nos consta a todos. Tampoco me parece que el problema principal sea que omitió, descuidó, o se olvidó de incluir en el informe de ética que presentó, los cargos que ostenta en la empresa privada. Menos me parece que hay contradicción en el hecho de que se haya opuesto activamente a la construcción de una piscina en la playa de Rincón. Esa piscina es un oprobio a la que se opone también casi todo el país.
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