Aunque olvidado, el insigne y a veces contradictorio legado de Félix Benítez Rexach sigue presente en nuestra infraestructura como la génesis del empresariado multinacional boricua, escribe Rafael A. Torrech San Inocencio
Aunque olvidado, el insigne y a veces contradictorio legado de Félix Benítez Rexach sigue presente en nuestra infraestructura como la génesis del empresariado multinacional boricua, escribe Rafael A. Torrech San Inocencio
El Hotel Normandie es solo un hito en la vida épica de Félix Benítez Rexach. Reducir su trascendencia a la de un magnate excéntrico casado con una cantante francesa es soslayar su rol decisivo en el desarrollo del empresariado multinacional de Puerto Rico. Su historia merece contarse para entender mejor el contexto y el valor del Normandie, su principal legado arquitectónico en Puerto Rico. Aunque por más de medio siglo, Puerto Rico se debatió entre la admiración y el asombro, todos reconocían su singular capacidad de sobrevivir y prevalecer.
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