El éxito de los demócratas puede depender de su capacidad para redefinir la masculinidad de una manera que atraiga a los hombres votantes sin comprometer su compromiso con la igualdad de género y la inclusión, escribe Eduardo Bhatia
El éxito de los demócratas puede depender de su capacidad para redefinir la masculinidad de una manera que atraiga a los hombres votantes sin comprometer su compromiso con la igualdad de género y la inclusión, escribe Eduardo Bhatia
La carrera presidencial de 2024 entre Kamala Harris y Donald Trump ha tomado un giro inesperado con la masculinidad convirtiéndose en un tema central. Según explicaron en una reunión de estrategia a la que fui invitado durante la convención demócrata, celebrada en Chicago hace dos semanas, las encuestas muestran una marcada división de género, con las mujeres en gran medida a favor de Harris y los hombres inclinándose a respaldar a Trump. Esta dinámica ha provocado la conversación más amplia en décadas sobre el género, el poder y la definición evolutiva del concepto de la masculinidad tradicional en la sociedad estadounidense.
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