La masculinidad desde la base de la violencia y el dominio no puede seguir fomentándose, escribe Luz Delia Rodríguez Ruiz
La masculinidad desde la base de la violencia y el dominio no puede seguir fomentándose, escribe Luz Delia Rodríguez Ruiz
“Mi hijo es un agresor de mujeres”. Estas fueron las palabras que me dijo con gran vergüenza y preocupación Marcela (nombre ficticio). Tiene tres varones y uno de ellos golpea a su pareja. Lo supo porque una de las muchas parejas que tuvo su hijo se lo confesó en un momento de desesperación. Le dijo, incluso, que la amenazó de muerte si lo dejaba. Marcela confrontó a su hijo, pero este se lo negó vehemente. Decía que siempre se topaba con “locas y tóxicas”.
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