El balance final fue una de las producciones menos organizadas y más amateurs que se hayan visto en la televisión puertorriqueña en mucho tiempo, escribe Eliezer Ríos Camacho
El balance final fue una de las producciones menos organizadas y más amateurs que se hayan visto en la televisión puertorriqueña en mucho tiempo, escribe Eliezer Ríos Camacho
No valió la pena la espera. Lo que se presentó la noche del miércoles como la edición número 70 del certamen internacional Miss Mundo, transmitido a nivel mundial desde Puerto Rico, fue una producción pobre y desordenada, sin dirección ni propósito, plagada de errores técnicos y falta de sentido que, con contados momentos, presentó una imagen positiva de Puerto Rico como país sede, aunque en muchas otras instancias nos restó.
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