Lo único que queda claro aquí es la chabacanería religiosa que se transmite por ciertas ondas radiales.
Lo único que queda claro aquí es la chabacanería religiosa que se transmite por ciertas ondas radiales.
Con tan solo darle una mirada al cutis, el presidente de una estación radial cristiana sabe si los jóvenes están activos sexualmente. No fue que el productor del top show hizo un estudio exhaustivo sobre la sexualidad entre los jóvenes, o trajo a sexólogos, sociólogos y profesionales de la salud a su programa, sino que tan siquiera hizo un sondeo radial entre jóvenes, que es lo más básico y lo que suelen hacer en sus ondas radiales hasta el cansancio: sondeos simplones en los que siempre gana Donald Trump, César Vázquez, Javier Milei o Javier Jiménez. Sin datos ni pruebas, pero con su diploma de voyerista profesional de la pureza, el presidente de la estación asistió a un concierto cristiano y, tras ligarle la castidad a ciertos asistentes, llegó a la conclusión de que a los jóvenes la virginidad se les nota en la cara, es decir en la dermis, o en algún lado de eso que llamamos semblante, en la tez o en ese lugar que no es ni cachete ni pómulo sino ambas cosas, es decir: en el mismísimo cutis.
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