Port St. Lucie, Florida - Un curioso bullicio se formaba en las gradas ubicadas en la esquina derecha del dugout de los Mets de Nueva York en el Clover Park, instalación de los campos primaverales de la novena de las Grandes Ligas en esta ciudad.

Los gritos y pedidos de fotos no eran a las estrellas de la novena, Francisco Lindor ni Juan Soto.

Detrás de la malla protectora que separa las gradas del terreno estaba el dueño de la franquicia con sede en Queens, Steve Cohen.

La afición presente de los Mets era locura con el propietario más rico de las Mayores, que posee un patrimonio neto de $21,300 millones gracias a su enorme empresa estadounidense de fondos de cobertura Point72 Asset Management. En 2020, compró a los Mets por $2,400 millones.

Bajo un candente sol, Cohen compartía con los “mortales”, pareciendo él también una persona común que podía perderse entre una multitud sin ser detectado por fanáticos casuales. De baja estatura, vestía un suéter gris, pantalones azules y zapatillas de suela ancha que se utilizan para correr, más gafas oscuras y una gorra típica de los Mets.

A minutos de comenzar un partido contra los Nationals de Washington, Cohen intentaba contestar un bombardeo de preguntas de adultos y niños. ¿Cuándo se abrirá una tienda parecida a las de los Yankees en Manhattan? ¿(Juan) Soto va a jugar hoy?

Al verse accesible pese a tener a un guardaespaldas de más de seis pies de estatura, calvo, bigotudo y fornido a unos pies de distancia, El Nuevo Día se acercó al billonario.

Romper el hielo fue fácil. Su esposa, Alex Cohen, es puertorriqueña. Al tirar la línea, Cohen estrechó su mano, saludó amablemente y comenzó a bromear.

“Parezco puertorriqueño, ¿verdad?“. “Todos en mi familia hablan español menos yo”, soltó.

Al pedirle una pequeña entrevista, cordialmente se rehusó debido a que estaba ahí para compartir con la fanaticada.

Luego del breve intercambio, los pedidos de fotos no cesaron hasta que se marchó a las góndolas VIP del estadio.

Fue quizá un desborde de agradecimiento por abrir su billetera y soltar $765 millones para firmar a Soto, superestrella dominicana, con la meta de acercar a los Mets a su primer campeonato de Serie Mundial desde 1986, luego de quedarse a seis victorias del cetro en 2024.