Si verdaderamente como país queremos poner a la niñez primero es urgente que en cada uno de los espacios sociales en los que nos movemos tomemos acción para procurar su bienestar como prioridad máxima, plantea Roberto Santa María
Si verdaderamente como país queremos poner a la niñez primero es urgente que en cada uno de los espacios sociales en los que nos movemos tomemos acción para procurar su bienestar como prioridad máxima, plantea Roberto Santa María
A lo largo de la historia reciente entidades públicas, privadas y del tercer sector, así como grupos comunitarios y de todo perfil, han recurrido a la conocida frase “nuestros niños primero” para impulsar proyectos y para afirmar el valor incalculable de la niñez en el desarrollo, no sólo del futuro de un país, sino de su presente. Después de todo, sabemos que es posible juzgar a una sociedad por el trato que le da tanto a sus viejos como a sus niños.
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