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Nueva York con ojos de niña
Johanna Rosaly relata el privilegio de ser niña otra vez, de descubrir a través de su nieta la Gran Manzana, con sus sonidos y olores, la vida, la gente, la naturaleza
Johanna Rosaly relata el privilegio de ser niña otra vez, de descubrir a través de su nieta la Gran Manzana, con sus sonidos y olores, la vida, la gente, la naturaleza
En días pasados visité mi segundo hogar en la Ciudad de Nueva York con mi nieta mayor, Olivia Gabriela. Aunque había estado allí a sus trece meses —como refugiada tras el paso de María— Olivia no tenía recuerdos de la Ciudad, y a sus cinco años La Gran Manzana iba a ser todo un descubrimiento.
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