Cada vez que se ha ofrecido un plan para reducir el impacto de la quiebra en los empleados públicos de Puerto Rico, el movimiento sindical lo ha rechazado. Cuando ya es tarde, lo echan de menos, escribe Eduardo Bhatia Gautier
Cada vez que se ha ofrecido un plan para reducir el impacto de la quiebra en los empleados públicos de Puerto Rico, el movimiento sindical lo ha rechazado. Cuando ya es tarde, lo echan de menos, escribe Eduardo Bhatia Gautier
Desde hace décadas, el movimiento laboral de Puerto Rico y los sindicatos del sector público han perdido muchas oportunidades de mejorar la calidad de vida de sus matrículas. Muchos de los líderes de los sindicatos (a quienes conozco, respeto y valoro) han estado tomando decisiones algo duras, en ocasiones intransigentes, de índole ideológico, sin la oportunidad de diálogo constructivo y razonable con el patrono que es el gobierno.
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