Pronto supe que Orlando era muy aficionado al baloncesto y me diría algún día que antes de querer ser pelotero había querido ser baloncelista, relata Raymond Dalmau
Pronto supe que Orlando era muy aficionado al baloncesto y me diría algún día que antes de querer ser pelotero había querido ser baloncelista, relata Raymond Dalmau
Siempre tuve gran admiracióbn por Orlando Cepeda, aun desde niño y adolescente, cuando me plantaba frente al televisor de mi casa a ver los juegos de béisbol de las Grandes Ligas, de los cuales yo era un gran aficionado. Me causaba gran admiración verlo lucirse como la estrella que era, siendo, además, puertorriqueño como yo. Para entonces pensaba que algún día yo también podría ser un gran pelotero como él. No sabía, sin embargo, que mi historia sería escrita en otro deporte: el baloncesto.
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