Ni morones oxidados ni el plural de oxímoron. El oxímoron es una figura retórica conocida en latín como contradictio in terminis. Su plural en español puede ser invariable (oxímoron) o con “s” (oximoros) ¿Lleva acento? Pues unos dicen que sí, otros que no. Pero al grano. ¿Qué es un oxímoron? Mire qué curioso: la propia palabra es una especie de oxímoron pues combina dos significados opuestos, del griego oxys (agudo) y moros (estúpido). El oxímoron combina dos palabras opuestas para generar un nuevo sentido. Poetas y escritores recurren a ella todo el tiempo, y nosotros, los de a pie, también, aunque con propósitos distintos. Borges, Lope de Vega, Quevedo, Teresa de Ávila, en fin, pesos completos de la literatura los usaban constantemente, como en un “cuerdo loco” “una libertad encarcelada” y, “muero porque no muero”. Hay otros cotidianos, nada poéticos, pero muy creativos como puntualmente tarde, anarquía organizada, un chiste es algo serio, más allá del infinito, alarma silenciosa, pequeño gigante, accidente afortunado, silencio elocuente, actuar con naturalidad, calva frondosa, y ¿felizmente casado? ¡Ay, perdón! Este último es un falso oxímoron (que algunos usan con cinismo). En fin, hay otros que persiguen tergiversar sentidos usando opuestos como fuego amigo. Ya usted ve mi querido lector, es un secreto a voces que de los Bocadillos se puede esperar lo inesperado. Esperemos que nunca brillen por su ausencia. ¿Nos vemos mañana? ¡Perfecto! Buen día.
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