Es hora de abrir las mentes, no cerrarlas. La discreción judicial es necesaria dentro del régimen actual para evitar injusticias mayores, de acuerdo con Linda Backiel
Es hora de abrir las mentes, no cerrarlas. La discreción judicial es necesaria dentro del régimen actual para evitar injusticias mayores, de acuerdo con Linda Backiel
Con mucha razón, en la edición del periódico del 19 de noviembre, el licenciado Manuel Quilichini explicó la importancia de la discreción en la imposición de sentencias que privan a seres humanos de su libertad. Después de cada tragedia difundida en los medios de comunicación, escuchamos reclamos de que “se haga la justicia”. En demasiados casos, lo que se pide es la venganza en nombre de la sociedad: el castigo más severo. Y ahora, alzan voces abogando para que sean mandatorias las penas, o sea, sin consideración de las circunstancias agravantes o mitigantes particulares de cada caso.
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