

Puerto Rico se enfrenta a un futuro marcado por desafíos climáticos cada vez más evidentes. Las proyecciones a corto y mediano plazo muestran un panorama en el que los recursos hídricos de la isla están bajo una presión creciente. Ante esta realidad, se creó la Ley 33-2019, denominada Ley de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático, ya que es crucial adoptar medidas efectivas para garantizar la protección de la población actual y las generaciones futuras, de los posibles impactos del cambio climático. Esto implica trabajar en colaboración con el gobierno, el sector privado, las comunidades locales y los expertos en el campo. Se deben establecer políticas claras y sistemas de gobernanza que fomenten la conservación y el uso eficiente del agua.
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