El reto de la alianza PIP-MVC es ser claros y puntuales en su oferta y salirse del escudo falso de ser los salvadores, sin decir por qué ni cómo, escribe Eduardo Bhatia
El reto de la alianza PIP-MVC es ser claros y puntuales en su oferta y salirse del escudo falso de ser los salvadores, sin decir por qué ni cómo, escribe Eduardo Bhatia
Pasadas las primarias del 2 de junio, es menester reconfigurar el tablero de ajedrez político en Puerto Rico y comenzar a diseñar las estrategias electorales para noviembre. Cada grupo tiene su agenda y se enfrenta a un país profundamente dividido y fragmentado, donde lograr consensos de gobernanza es cada día más difícil. Anticipar hoy qué pasará en las elecciones generales de noviembre es imposible y, por lo tanto, un ejercicio fútil. Sin embargo, hay unas realidades políticas, económicas y hasta sociológicas que merecen ser estudiadas por todos los que nos pretenden gobernar en la isla.
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