Cada noche, a las 8 p.m., se apagan las luces en la celda de 2 por 2 metros donde se encuentra detenido el líder opositor venezolano Leopoldo López, en la prisión militar Ramo Verde en las afueras de Caracas. López es la única persona detenida en el edificio donde está su celda, y es necesario atravesar al menos seis rejas cerradas bajo llave para llegar hasta donde él está. Este aislamiento, por sí solo, supone un mayor riesgo de que sufra abusos u otros maltratos. Además, todas estas rejas cerradas pueden dificultar que los guardias lleguen oportunamente hasta donde está López en caso de emergencia, o pueden ser una buena excusa para justificar que no llegaron a tiempo ante una emergencia provocada intencionalmente.
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