OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
prima:Réquiem por la Central

Mientras escucho a los políticos negar los cierres de escuelas, miro en el celular la foto que mi hijo y yo nos tomamos en agosto pasado, cuando le compré las camisas de la Central -ambos sonrientes- y me da rabia pensar en la cantidad de ruinas que esta generación ha heredado, escribe Cezanne Cardona Morales

22 de enero de 2022 - 11:40 PM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

Ya no puedo defender su inocencia infantil -tiene doce años- y tampoco puedo mentirle a mi hijo cuando me pregunta si van a cerrar su escuela, la Central de Artes Visuales, que fue también la mía. Así que le miento lo mejor que puedo y solicito ayuda del rumor y de la rabia, que es como apostar por dos acciones totalmente inconexas: esperar a que Plutón vuelva a ser un planeta y no olvidar que Julia Keleher cedió el terreno de una escuela pública a cambio de condiciones favorables para la compra de un apartamento en Ciudadela. Pero hasta las lanitas que se le asoman en la cara a mi hijo -sombra de bigote y tres pelos en la barbilla- supieron que ya no podía mentirle ni bien ni mejor; despacharlo con la frase “no te preocupes que esos son rumores” y luego prometerle “una protesta enorme si al gobierno se le ocurre cerrarla” fueron para él la evidencia final y firme de que el futuro desolador es nuestra dirección permanente. Además, no hacía falta que le mintiera ni bien ni mejor, pues él mismo ha visto en carne propia el deterioro de su entorno escolar: afuera, los edificios abandonados entre la parada 18 y la 20 imitan ese desierto cursi de la ciencia ficción y, adentro, en el clausurado tercer piso de la escuela, todos los días se desprenden pedazos del falso techo, a veces al ritmo de un volcán adolescente y con acné, y otras como un perezoso cartógrafo.

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: