¿Sabe desde cuándo nos vienen con la cantaleta de que “eso no se dice así”? Uff, desde el año 200 después de Cristo (documentado). En aquella ocasión la censura se preparó en un listado conocido como el Appendix Probi. La listita de los regaños incluía una palabra correcta latina y justo al lado la censura, como en speculum non speclum, oculus non oclus, tabula non tabla, mensa non mesa... Censurar, dice Juan C. Moreno, “los resultados del habla espontánea, considerados [...] corruptos predomina de forma patente en el Diálogo de la lengua (1535) de Juan de Valdés en el que encontramos las siguientes recomendaciones lingüísticas [...]: ‘Algunos dizen saldrá, por salirá; a mí más me contenta salirá, porque viene de salir’. Otro ejemplo, también de Valdés, en Moreno: “La una no la tengo por buena: ésta es la que en cierta parte de Spaña usa el vulgo, diciendo traxon, dixon, hizon por traxeron, dixeron, hizieron; [...] porque los que se aprecian de servir bien, tienen esta manera de hablar por mala y reprobada, porque quieren que los vocablos se pronuncien y escriban enteros, quando el ayuntamiento de vocales no causa(n) fealdad”. Moreno añade que esa actitud de censura llega hasta nuestros días, “en las [...] recomendaciones de las academias como la RAE. Pero esas censuras se aplican casi siempre a los productos de la actuación de las leyes lingüísticas que han ido transformando las lenguas a lo largo de los siglos y que han dado lugar, no a galimatías incomprensibles, sino a nuevas lenguas tan bellas, ricas y armoniosas como el catalán, el sardo, el castellano, el francés o el gallego, entre otras”. Y ahora, ¿quién se atreve a decir lo contrario?Profabocadillos@gmail.com
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