Nadie merece obtener un servicio de salud estropeado por falta de recursos, escribe Lorena Franco
Nadie merece obtener un servicio de salud estropeado por falta de recursos, escribe Lorena Franco
Días antes de fallecer de cáncer, mi prima Fabiola fue ingresada al piso de aislamiento por haber contraído el COVID-19 durante su estadía en el hospital. Por la condición en la que se encontraba, se le hacía difícil caminar por falta de aire. Además, aunque intentó recurrir a la ayuda del personal, no pudo encontrarla para llegar al servicio sanitario. Llorando, confesó que estuvo tres horas esperando a que la vinieran a atender. Así me lo expresó la última vez que hablé con ella por teléfono. Nadie se merece ese trato indigno.
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