Están vigilados de cerca por voluntarios y organizaciones que donan su tiempo y sus recursos económicos, precisamente para que no causen problemas, escribe Mayra Montero
Están vigilados de cerca por voluntarios y organizaciones que donan su tiempo y sus recursos económicos, precisamente para que no causen problemas, escribe Mayra Montero
Si los gatos de la colonia del Paseo del Morro no estuvieran esterilizados, perfectamente alimentados y regularmente soñolientos (lo cual significa que no incordian), yo sería la primera en pedir que los eliminaran y de paso los eutanizaran. No hay nada más deprimente que el espectáculo de los animales realengos, perros y gatos, las hembras barrigonas, a punto de parir camadas que morirán de hambre, enfermedad, o bajo las ruedas de los carros.
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