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22 de febrero de 2025
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Las risas y carcajadas de decenas de mujeres y niñas llenaban el cine al unísono con cada puyita lanzada a la fragilidad masculina que entre niñerías y delirios de grandeza representaban los “Kens” en la película “Barbie”. Bien fuera Ken, interpretado por Ryan Gosling, al solo soñar con dominar el mundo a galope, o cualquier otro muñeco jactante al revelar su dependencia infantil a las Barbies, con cada carcajada susurraba hacia dentro de mí la voz de no querer solo ser un Ken más.
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