Alentadora la señal que envía el alboroto que se respira en nuestro aire borincano por las tradicionales fiestas navideñas que se aproximan. Más, aunque regocija el espíritu, irremediablemente, evoca el desconsuelo volcado, hace poco más de un año, ante los despojos de la patria.
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Soñar despierto
Lydia Ayala expresa que el fantasma de María, finalmente, se disipa en el horizonte