Todos conocemos el refrán “ningún hombre es una isla”, pero tal vez no todos saben que es un verso del poeta inglés John Donne. Este poema me llegó entre manos casualmente en estos días, mientras Puerto Rico recibía, atónito y estremecido, la noticia de un papá que había matado a sus tres hijos, antes de suicidarse. De repente, de manera dolorosa, pero al mismo tiempo iluminante, me saltó a la vista otro verso del mismo poema: “Toda muerte me disminuye”.
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Toda muerte me disminuye