Son tres historias sobre el mismo tema, pero relacionadas con dos maneras distintas de atender el serio problema social y económico de la energía eléctrica, escribe Antonio Quiñones Calderón
Son tres historias sobre el mismo tema, pero relacionadas con dos maneras distintas de atender el serio problema social y económico de la energía eléctrica, escribe Antonio Quiñones Calderón
Tres historias sobre un tema común –el precario servicio eléctrico que sufre el pueblo desde hace alrededor de dos décadas– figuran entre las más destacadas por los medios de comunicación en las pasadas horas. Una se lee bajo el titular: “Movilización contra Luma Energy”. La segunda: “Negociado de Energía: avalan proyectos de Luma Energy”. La tercera anuncia un “acuerdo sin precedente” en el proceso de transmisión y distribución eléctrica. Son tres historias sobre el mismo tema, pero relacionadas con dos maneras distintas de atender el serio problema social y económico provocado por largos años de negligencia e ineptitud gerencial y operacional de la otrora ejemplar corporación pública que fue la Autoridad de Energía Eléctrica. Vamos a ver esto con algún cuidado.
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