Por razones de trabajo viví en Bruselas por espacio de siete años, pero vine a conocer el barrio Molenbeek, donde residían los terroristas de los recientes ataques suicidas, por pura casualidad, cuando me bajé por equivocación en una estación del metro y me encontré en medio de una comunidad absolutamente musulmana -e igualmente desconectada- en el centro de la capital de Bélgica.
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Un boricua en Bélgica