Los días pasan volando, la felicidad es disfrutar el presente que se escapa pronto, algún día despediremos a los mayores y los menores serán adultos, escribe José Nicolás Medina Fuentes
Los días pasan volando, la felicidad es disfrutar el presente que se escapa pronto, algún día despediremos a los mayores y los menores serán adultos, escribe José Nicolás Medina Fuentes
Heme aquí, buscando luz entre tanta confusión y tribulaciones. El Día de las Madres fue celebración en el cenit de la pandemia. No sé cómo acontecieron muchas reuniones familiares, pero la mía fue en casa de mi adorada suegra, que sobrepasa los 90 años, centro de nuestros festejos de tradición: por mérito y honra. Pero fue prácticamente virtual, con el atrevimiento de reunirnos cuatro en la mesa, dos familias en el éxodo compartiendo por chat, y otra familia de tres que luego llegó después de compartir en la casa de otra familia. La comida consistió en arroz mamposteado con tostones y tembleque de postre. Una celebración humilde, sencilla, reducida, tratando de respetar el protocolo de cese de reuniones familiares. Muy doloroso el proceso, pero en cierto modo un acto de rebeldía la modesta celebración para honrar a nuestras madres cercanas en medio de la lava, al rojo vivo, de la pandemia.
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