No sólo sería beneficioso para el turismo, local e internacional, también sería un lugar espectacular donde nuestros niños, jóvenes y adultos podrían aprender en una forma amena sobre el patrimonio natural puertorriqueño, escribe Rafael Joglar
No sólo sería beneficioso para el turismo, local e internacional, también sería un lugar espectacular donde nuestros niños, jóvenes y adultos podrían aprender en una forma amena sobre el patrimonio natural puertorriqueño, escribe Rafael Joglar
Lo primero que visito en cualquier país o destino, es su museo de historia natural. Barcelona, San Diego, Santo Domingo, Nueva York, Los Ángeles, y Washington D.C., son solo algunos. La razón es muy sencilla. No existe mejor forma de aprender sobre la geología, arqueología, ecosistemas y biodiversidad de un país que visitando sus museos de historia natural.
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